Se habla mucho de gestión emocional, pero ¿sabes realmente dónde, en qué parte del cuerpo, se experimentan las distintas emociones? ¿Te arreglas bien para descifrar su mensaje oculto?
Las emociones son vistas como ciudadanos de segunda. No le damos la importancia que se merecen porque no estamos entrenado en el conocimiento del cerebro límbico. Es hora de poner ese cerebro a trabajar y así como aprendemos a pensar debemos aprender a sentir por qué la vida hay que vivirla sintiéndola no pensándola.
Apaguemos a Descartes con su "Siento y existo" y empecemos a decir "Siento y existo" De esta manera empezaremos a tener mejores relaciones mejor bienestar
La clave está, desde mi experiencia vital y profesional, en reconocer qué es lo que sentimos y en tener la valentía y el compromiso con uno mismo para descifrar qué viene a decirnos esa emoción en particular, en ese momento preciso. Ahí está el verdadero trabajo de crecimiento personal.
Las emociones son vistas como ciudadanos de segunda. No le damos la importancia que se merecen porque no estamos entrenado en el conocimiento del cerebro límbico. Es hora de poner ese cerebro a trabajar y así como aprendemos a pensar debemos aprender a sentir por qué la vida hay que vivirla sintiéndola no pensándola.
Apaguemos a Descartes con su "Siento y existo" y empecemos a decir "Siento y existo" De esta manera empezaremos a tener mejores relaciones mejor bienestar
La clave está, desde mi experiencia vital y profesional, en reconocer qué es lo que sentimos y en tener la valentía y el compromiso con uno mismo para descifrar qué viene a decirnos esa emoción en particular, en ese momento preciso. Ahí está el verdadero trabajo de crecimiento personal.